El arbol de vitoria, Tu gloriosa frente, Dé lugar á la yedra que se planta Rayaba de los montes el altura Al pie de una alta haya en la verdura El, con canto acordado. Del agua que pasaba, Y Se quexaba tan dulce y blandamente Razonando con ella le decia. SA SALICIO. O mas dura que marmol á mis quexas, Vergüenza he que me vea Ninguno en tal estado, De ti desamparado; Y de mi mismo yo me corro agora. Salid sin duelo lágrimas corriendo. Qual con el sol presente Va de nuevo al oficio, Y al usado exercicio De su natura ó menester le inclina, Salid sin duelo lágrimas corriendo, Esta falsa perjura Causar la muerte de un estrecho amigo) No recibe del cielo algun castigo? Si en pago del amor yo estoy muriendo, Qué hará el enemigo? Salid sin duelo lágrimas corriendo. Por ti el silencio de la selva umbrosa, Por Por ti la esquividad y apartamiento Y quan de otra manera Lo que en tu falso pecho se escondia! Salid sin duelo lágrimas corriendo. Quantas veces durmiendo en la floresta (Reputándolo yo por desvario) Vi mi mal entre sueños, desdichado ! Por desusada parte Y Y por nuevo camino el agua se iba; Salid sin duelo lágrimas corriendo. No hay corazon que baste, Viendo mi amada yedra De mi arrancada, en otro muro asida, Salid sin duelo lágrimas corriendo. Qué no se esperará de aqui adelante (4) Por dificil que sea y por incierto? O qué discordia no será juntada? Y |