D. CHRISTÓVAL. Aquí de Dios! Yo no alcanzo Como usted, Señora mia, Cayó en semejante lazo. FELIPA. Si la pidió el Señorito Que á lo menos por medio año Dexase ocupar la casa.... D. CHRISTÓVAL. ¿Á Doña Mónica? — Guapo! D. DOMINGA. Ella estaba inhabitable. FELIPA. Como el Señor Don Mariano, Que es el Dueño, lo quería.... D. CHRISTÓVAL. PANTOJA. Hai malas lenguas que dicen Yo no sé quien dispondría De uno á quien llama Cuñado, Del Señorito, propuso No tendría gran reparo Por algun tiempo, dexando D. CHRISTÓVAL. Bien sabía la gran maula Á a ¿Pero tú crées?.... D. CHRISTÓVAL. Yo créo Esto, y mucho mas. No aguardo Acudiré á remediarlo. Me basta saber que aquella Se junta con botarates Que han de ocasionar su estrago. PANTOJA. Tambien allí ganará Buen caudal; por que el Cuñado Que es un terrible lagarto, El hierro, el plomo y el barro. Es Alquimista.... D. CHRISTÓVAL. Esta es otra. PANTOJA. Con el dinero que mi Amo Señor! ¿En qué siglo estamos? Mil ricos empobreció, Y á ningun pobre dió un quarto?. No hablemos mas del asunto. [Á Pantoja y á Felipa.] Idos ya los dos: dexadnos Á solas. PANTOJA. Mas me valdría No haber cantado de plano; Pero usted, tras que yo tengo Me ha puesto en el precipicio. Esa es cuenta mia. PANTOJA. Vamos. FELIPA. ¡Qué pimenton en la lengua, Picotero, traidorazo! La crianza del Muchacho, Si hubiera tenido entónces Pues, para que te confundas: Por su Madre, tan inútil, D. CHRISTÓVAL. Extraño Que llegue ahora al Tutor La noticia. D. DOMINGA. Se ha tratado El asunto con reserva. D. CHRISTÓVAL. ¿Reservas conmigo? D. DOMINGA. Á espacio. Escucha la historia; y luego Hablarás. |