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raria y precisamente dramática, para la cual el poeta Nevio tuvo presente la que los trágicos griegos dieron a otros mitos semejantes. La cuna en que Rómulo y Remo fueron expuestos sirve, al cabo, para reconocerlos; del mismo recurso se valía Sófocles en la tragedia de Tiro y Sal

moneo.

NOTAS

1

1-88 y 145-155. Vélez, plagiándose a sí mismo, repite 1 esta escena en El príncipe viñador. En esta comedia el debate es muy breve; los noventa y nueve versos de El Rey en su imaginación se reducen a quince. La redondilla <<Mostros hechos al rebés» es idéntica en ambas piezas; sólo el cuarto verso presenta ligeras variantes :

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1 Claro que esta afirmación no supone que yo crea que El Rey en su imaginación es anterior a El príncipe viñador. Es un punto imposible de resolver, a lo menos por ahora. Lógicamente sí parece que la versión difusa debe preceder a la más rápida y concentrada.

2 VÉLEZ DE GUEVARA, Comedia famosa El príncipe viñador, en Comedias nuevas escogidas, parte XXX, pág. 270 b.

3.

por

8.

<Pedir celos» es «querellarse de quien bien quiere, hablar con otro» 1.

El mismo juego de palabras se encuentra en Lope:

Jacinto. ¿Enójante mis recelos?

Belarda. Y aun me regalan en parte.
Jacinto. Si me los das, pedirélos.

Celos pido antes de amarte 2.

17. En la lengua de los siglos XVI y XVII coexisten las formas gollorías, gullurías y gullorías. F. Rodríguez Marín (edic. crítica del Quijote, III, pág. 396, nota) cita ejemplos de Francisco de Avendaño y Gregorio Silvestre, que emplean también la forma gollorías. Otros, en Rouanet, Autos, farsas y coloquios del siglo XVI, I, pág. 28, verso 191, y II, pág. 306, verso 348. Correas, Vocabulario, págs. 601 b y 602 a, y Cervantes, Quijote, usan gullurías.

29. El verso «Mostros hechos al rebés» sale tres veces (véase la nota a los versos I-88) de la pluma de Vélez:

Que las vence el interés

y las ablanda el rigor,

y que son, con el amor,

monstruos hechos al rebés 3.

La forma «mostros», que se repite en el 351, es la que emplea también Cervantes, a lo menos en la Canción de Grisóstomo, aun cuando todos los editores respeten la falsa grafía de Juan de la Cuesta, que imprimió «monstros» :

1

2

Y el portero infernal de los tres rostros,
con otras mil quimeras y mil mostros.

En Lope coexisten «mostros» y «monstros».

CORREAS, Vocabulario de refranes, pág. 601 b.

LOPE DE VEGA, El verdadero amante, en la Biblioteca de Autores Españoles, XXIV, pág. 76.

3 VÉLEZ DE GUEVARA, La montañesa de Asturias, en Comedias nuevas escogidas, parte XXX, pág. 42 b.

33-34. Los siguientes versos aluden, sin duda, a Lope, que creó no sólo la estructura de la comedia y la casi totalidad de sus temas, sino también muchos de sus conceptos e imágenes, luego tan repetidos, que alcanzan un valor casi proverbial:

Que me abré en el alma olgado
que aia sido la pendencia

de zelos míos, bastardos

hijos del amor, que ansí

en una comedia antaño

los llamó un grande poeta 1.

He aquí otro ejemplo de Vélez y varios de Lope:

1

Villanos y mal nacidos

zelos, para oy solamente

pazes o treguas os pido 2.

Otabio. Ese agravio de amor çelos se llama.

Finea.

Otabio.

¿Celos?

Pues no lo ves que son sus hijos? Finea. El padre puede dar mil regozijos,

y es muy onbre de bien; mas desdichado

en que tan malos hijos ha criado 3.

¡O zelos, rey tirano!

¡O bastardos de amor! ¡O amor villano! 4

Belarda. ¿Son hijos de amor los celos?

Jacinto. Sus hijos dicen que son.

Belarda. Pues ¿cómo nacen sin padre?
Jacinto.

No falta mucha afición,

Vélez de GueVARA, El águila del agua, edic. cit. (Revista de Archivos, 1904, I, 313b.)

2 VÉLEZ DE GUEVARA, La corte del demonio, en Comedias nuevas escogidas, parte XXVIII, pág. 472 a.

3

LOPE DE VEGA, La dama boba, edic. R. Schevill, versos 18081812. (The dramatic Art of Lope de Vega. University of California.) 4 Lope de Vega, La Dorotea, edic. Américo Castro, pág. 177. (Biblioteca Renacimiento.)

que los cría como madre
al pecho de la razón 1.

Llaman hijos del amor
los celos, y son sus nietos;
que por los mismos efetos
se ve la causa mejor.
Amor la imaginación
engendra, y ella los celos;
el amor es de los cielos,
y ellos del infierno son 2.

Decir de los celos que son «hijos bastardos del amor», llega a ser un lugar común:

Éste puso los ojos en el blanco de mi deseo, imán de mi voluntad, y centro de mi amor; por lo cual llegué a sentir el severo rigor de los bastardos hijos del vendado cipriota 3.

43. Comp.:

Con eso me has templado — dijo D. Cleofás, que estaba loco de celos Ya sé qué enfermedad es ésa, pues se compara a todo el

infierno junto — dijo el Diablillo 4.

45.

Sientan el pesar que eterno

el cielo nos destinó,

pues los zelos comparó

el mismo Dios, al infierno 5.

«podellos»; «emplealle», 407; «dalle», 768; «enbiudalle», 769; serville», 933; «oyllos» y «despachallos», 1012;

1 LOPE DE VEGA, El verdadero amante, en la Biblioteca de Autores Españoles, XXIV, pág. 76.

2 LOPE DE VEGA, La corona merecida, en la Biblioteca de Autores Españoles, XXIV, pág. 273 C.

3

ANDRÉS DE PRADO, La vengada a su pesar, en la Biblioteca de Autores Españoles, XXXIII, págs. 465-466.

4

VÉLEZ DE GUEVARA, El Diablo Cojuelo, edic. Rodríguez Marín, pág. 269. (Clásicos Castellanos, 38.)

5 VÉLEZ DE GUEVARA, La corte del demonio, en Comedias nuevas escogidas, parte XXVIII, pág. 453 b.

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