El verso <muchas saludes te enbía» se repite aquí y en nuestra comedia, 1487. Sobre saludes, véase F. Rodríguez Marín, edic. crítica del Quijote, II, pág. 249, nota. 1490. <chichumecos. Acaso es un descuido de Vélez por ‘chichimecos', nombre de unos indios que habitan al norte de México, o una palabra forjada caprichosamente sobre ésta. 1621. Dice que en los campos secos del Cuzco, por do pasó, le mataron chichimecos 1. <Pasife». Las formas Pasife, Pasifae y Pasífae alternan en nuestra lengua. Véanse los ejemplos que cita Toro y Gisbert, Ortologia castellana de nombres propios. Otro de Vélez: Fué Pasífae mujer y fiera extraña 2. 1630. «aun los días en que no da audiencia». 1807. Sobre el guante como gaje o prenda de batalla, véanse Clemencín en sus notas al Quijote, VI, pág. 71, y F. Rodríguez Marín en las suyas, VI, pág. 63. 1644-1648. El estudiante que guió a D. Quijote a la cueva de Montesinos había compuesto un libro que «se intitulaba El de las libreas, donde pintaba setecientas y tres libreas, con sus colores, motes y cifras, de donde podían sacar y tomar las que quisiesen en tiempo de fiestas y regocijos los caballeros cortesanos». Véanse las notas de Clemencín, IV, pág. 406, y VI, pág. 218. 1653. La descripción del caballo fué otro pezzo de bravura de nuestros comediógrafos, tan repetido, que el gracioso Clarín tenía que pedir perdón para poder hacerla: 1 LOPE DE VEGA, El galán escarmentado, en Obras, publicadas por la Real Academia Española, nueva edición, I, pág. 145. 2 La devoción de la misa, edic. SCHAEFFER, Ocho comedias, II, página 132. En un veloz caballo, perdóname, que fuerza es el pintallo en viniéndome a cuento, en quien un mapa se dibuja atento 1 Vélez presenta variados ejemplos. Del segundo no cito más que los trozos más caracteristicos: Sobervio el animal, quanto lozanų, La piel es nieve y a moscas 1660. «pespuntar la carrera». Comp.: Truxillo. Pongámonos bien con Dios, poneos vos, que aunque me ensillo esta carrera, quisiera quedarme una legua atrás. Truxillo. Ya, Galván, es por demás. Alicón. 1868. Encendida está la hoguera 1. «moscas» 'pintas, manchas'. Véase R. Menéndez Pidal en Teatro Antiguo Español, I, pág. 171. 1678. Véase A. Castro, Noruega, simbolo de la oscuridad, en la Revista de Filología Española, 1919, VI, páginas 184-186. Puedo añadir un nuevo ejemplo dicha nota: Espera, Sol, no te ausentes de mí, que no soy la noche los que se citan en de Noruega, aunque estoy puesto 1707. «No lo decimos por tanto». Comp.: 1 VÉLEZ DE GUEVARA. Las palabras a los reyes y gloria de los Pisarres. Comedia famosa. Suelta, sin lugar ni año. 2 VÉLEZ DE GUEVARA, La Romera de Santiago, en la Nueva Biblioteca de Autores Españoles. IX, pág. 410 a. Sobre la atribución de esta comedia véase S. G. MORLEY, El uso de las combinaciones métri cas en las comedias de Tirso de Melina Ball. Hist., XVI. 1914. págies 191-192 у 203-205. 3 VÉLEZ DE GUEVARA. El marqués del Barte. Suelta. 1708-1710. Véase, para las diferencias entre 'justa' y 'torneo', que podía, en efecto, ser o no de a caballo, Clemencín, edic. comentada del Quijot, IV, págs. 314-316, nota. 1720-1745. El cuentecillo del loco tiene el más ilustre abolengo. Lo cuenta Horacio en una de sus epístolas (II, 2, 128 a 140: Fuit haud ignobilis Argis, qui se credebat miros audire tragoedos, posset qui rupem et puteum vitare patentem. Según los comentaristas de Horacio, Aristóteles refiere lo mismo de uno llamado Licas, que vivía en Abido. Erasmo de Rotterdam resume, y cita en parte, los versos de Horacio en el Elogio de la locura. La versión de Vélez procede de Las horas de recreación de Ludovico Guicciardino, sobrino del gran historiador. He aquí el cuento de Las horas, en la versión castellana de Vicente de Millis Godínez: ALGUNAS ESPECIES DE LOCURA AY SUAVES, Y QUE DAN DELEYTE Un atheniense cnloqueció de tal manera, que pensava que él era senor de todos los navíos que tomavan puerto en Pyreo. Y assí quando venían los dichos navíos, sin preguntar si alguno se avía perdido o no, los recogía y recibía con gran fiesta y contento. Y de la misma manera, quando se yvan los despedía, dándoles muchos avisos y exemplos, Y como uviesse vuelto en sí con diligencias y remedios que sus parientes y amigos le hizieron, buscando excelentes médicos que le curassen, viéndose sano dixo gracio samente: Sabed, amigo, que me tenéys muerto, sacándome por fuerça de mi error, porque me avéys quitado mi contento 1. Vélez, que se atiene escrupulosamente a la versión de Guicciardino, ha sabido versificarla con tanta concisión como eficacia. 1842. «interpreta». Hoy sólo existe «intérprete». Acaso se trata de un capricho de Vélez, que ha forjado la forma femenina movido por la fuerza del asonante. Sobre la acentuación, véanse los ejemplos análogos que cita Cuervo, Apuntaciones sobre el lenguaje bogotano, cap. III. 1870. Este verso se encuentra a la letra en Lope de Vega, Las mocedades de Bernardo del Carpio, en Obras de Lope de Vega publicadas por la Real Academia Española, VII, pág. 234 b. 1925. «el rey es vize Dios en la tierra». Fácilmente podría sacarse de la comedia, y especialmente de Lope, una doctrina de la monarquía y del rey, en quien tal deidad se encierra, que los teme y los aclama el común, y Dios los llama Así yo, para los dos, juzgo, y mi pecho no yerra, que soy, si humano en la tierra, teniente del rey, que es Dios 2. 1 Horas de recreación, recogidas por Ludovico Guicciardino. Véase Menéndez Pelayo, Orígenes de la novela, II, pág. xx, nota 3. (Nueva Biblioteca de Autores Españoles, VII.) 2 LOPE DE VEGA O VÉLEZ DE GUEVARA, Los novios de Hornachuelos, en la Biblioteca de Autores Españoles, XLI, págs. 387 c y 393c. Sobre la atribución de esta comedia consúltese MENÉNDEZ PELAYO, Obras de Lope, X, págs. xxiv y xxv, y RENNERT Y CASTRO, l'ida de Lope de Vega, pág. 501. |