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ren que se lea Marsi, porque los marsos eran conocidos por grandes soldados. Pero los mauros eran tambien corpulentos y de aspecto varonil, si se cree á Eliano, citado por Escalígero.

41. Sive mutatd... Horacio finge aquí creer que Mercurio tomó la figura de Augusto para vengar la muerte de Cesar.

V. 43... Maiae. Una de las Pleyadas, en quien tuvo Júpiter á Mercurio.

V. 45. Serus in caelum... Esto se refiere igualmente á Mercurio y á Augusto. Los buenos príncipes tienen derecho a ser tratados asi; y Augusto, digan lo que quieran los que sin reflexion confunden al emperador con el triumviro, fue uno de los soberanos que mas honraron el trono de Roma.

V. 50. Pater atque princeps... Dictados, que al principio se dieron con mucha razon a Augusto, y que despues la lisonja prodigó príncipes indignos de mandar, y aun de existir. Augusto mostró un gran júbilo el dia en que el senado le confirió el título de pa dre de la patria.

ODE 3.a

AD NAVEM QUA VIRGILIUS

ATHENAS VEHEBATUR.

Virgilio faustam navigationem precatur Horatius; deinde in hominum temeritatem invehitur.

Sic te diva potens Cypri,
Sic fratres Helenae, lucida sidera,

Ventorumque regat pater,
Obstrictis aliis praeter Iapyga;
Navis, quae tibi creditum
Debes Virgilium, finibus Atticis
Reddas incolumen, precor,
Et serves animae dimidium meae.

Illi robur et aes triplex

Circa pectus erat, qui fragilem truci

Commisit pelago ratem

Primus, nec timuit praecipitem Africum
Decertantem Aquilonibus,

Nec tristes Hyadas, nec rabiem Noti,

Quo non arbiter Adriae

Major, tollere seu ponere vult freta.

Quem mortis timuit gradum, Qui siccis oculis monstra natantia,

Qui vidit mare turgidum, et Infames scopulos Acroceraania?

10.

15.

201

ODA

3.2

A LA NAVE EN QUE ÌBA VIRGILIO

A ATENAS.

El poeta desea á Virgilio una travesía feliz; de lo que toma motivo para exclamar contra el atrevimiento de los hombres.

Bajel, que

de Virgilio

El precioso depósito nos debes,
Que á tu fe se confia,

Salvo a las playas áticas le lleves,
Y guardes la mitad del alma mia.
Asi la cipria diosa

Y los gemelos fulgidos de Helena
Te dirijan, ó nave,

Y Eolo, que los vientos encadena,
Y sople solo el zefiro suave.
De bronce triple cota

El pecho duro guarneció sin duda
Del que fió primero

El leño fragil á la mar sañuda,
Sin ponerle temor su abismo fiero;
Ni las Hiadas tristes,

Ni del frio aquilon y ábrego insano
La continua refriega,

Ni el noto, que señor del golfo adriano,
Tal vez sus olas alza, y tal sosiega.
Mas¿qué asombrar podria

ΑΙ que en torno de sí monstruos nadando, De la espuma salidos,

Sin temblar víó, y las olas rebramando, Y los montes de Epiro maldecidos?

Nequicquam Deus abscidit

Prudens oceano dissociabili

Terras, si tamen impiae

Non tangenda rates transiliunt vada.
Audax omnia perpeti..

Gens humana ruit per vetitum nefas.
Audax Iapeti genus

Ignem fraude malá gentibus intulit.

Post ignem aetheriâ domo

Subductum, Macies, et nova Febrium

Terris incubuit cobors;

Semotique prius tarda necessitas

Leti corripuit gradum.

Expertus vacuum Daedalus aëra

25

30%

Pennis non homini datis.

Perrupit Acheronta Herculeus labor.

Nil mortalibus arduum est.

Caelum ipsum petimus stultitià, neque

Per nostrum patimur scelus, Iracunda Jovem ponere fulmina.

NOTAS.

35.

y en

Esta oda, que hubiera bastado para ca lificar a su autor de excelente poeta lo cual notaron sin embargo algunos críticos falta de unidad en el plan, y otros falta de enlace en las ideas; es una de las mejores

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La tierra en vano Jove

Por hondos mares separó prudente;
Pues la sirte vadosa,

Donde tocar el cielo no consiente,
Sacrilega barquilla saltar osa.
Audaz por lo vedado

Desbócase el mortal; de audacia ciego,
Prometeo bajára

Con malas artes a la tierra el fuego,
Que del alcazar de la luz robára.
La amarillez, la fiebre

Y de ignorados males hueste impía
Ocuparan el suelo

Entonces, y la muerte antes tardía
De entonces; ay! acelerára el vuelo.
Dédalo las regiones

Osó con alas al mortal negadas
Surcar del aura leve;

Forzó Alcides del Orco las moradas;
¿A qué el humano orgullo no se atreve?
Contra el Olimpo mismo

Tal vez conspira nuestro anhelo vano,
por la culpa nuestra

Y

No dejamos que Jove soberano

Desarme en fin la fulminante diestra.

pruebas de que bajo la pluma de los buenos escritores adquieren importancia é interes los asuntos mas vulgares. El viage de Virgilio a Atenas era un acontecimiento de esta especie; pero haciendo la amistad desear al poeta de Venuso que guiasen al de Mantua en su travesía las constelaciones que se creían favorables á los navegantes, la vehemencia de este deseo conduce a Horacio á meditar so

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