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à una muger que principia á prostituirse, y todo lo es violento, y á esto se parezca, no conforme al plan de la pieza.

que

V. 23. Incomtam Lacaenae more... En un códice no mas dice Torrencio que vió esta leccion; pero como incomtum nodum, que es la ordinaria, presenta una construccion em barazada y dificil, y el mismo crítico, mas circunspecto en este punto que ninguno de los intérpretes, sospecha que hay yerro en este pasage, me he determinado a seguir la leccion de Xifilino, que ya antes de ahora habian adoptado Bentlei, Sanadon, Dacier, Mor de Fuentes y algun otro,

ODA 12.

Que los asuntos grandes no convienen á su lira.

No con mi blanda lira
Pretendas que yo cante
De la feroz Numancia
Los sangrientos combates;
Ni el siculo mar tinto
En Africana sangre;
Ni á Hileo embriagado,
Ni á Anibal implacable,
Ni a feroces Lapitas,
Ni a engreidos gigantes,
Por Alcides vencidos,
Que de Saturno audaces

Saturni veteris. Tuque pedestribus

Dices historiis praelia Caesaris,

Maecenas, meliùs, ductaque per vias

Regum colla minacium.

Me dulces dominae Musa Licymniae

Cantus, me voluit dicere lucidum

Fulgentes oculos, et bene mutuis

Fidum pectus amoribus:

Quam nec ferre pedem dedecuit choris,
Nec certare joco, nec dare brachia

Ludentem nitidis virginibus, sacro

Dianae celebris die.

Num tu, quae tenuit dives Achaemenes,
Aut pinguis Phrygiae Mygdonias opes,
Permutare velis crine Licymniae,

Plenas aut Arabum domos?

Dam flagrantia detorquet ad oscula
Cervicem, aut facili saevitiâ negat,
Quae poscente magis gaudeat eripi,

Interdum rapere occupet.

10.

15.

20.

25.

Estremecer hicieran
El alcázar brillante.
Tú, mejor que yo en verso,
En prosa rica y facil,
Referirás Mecenas,

De Augusto los combates.
Cuenta tú conducidos
De Roma por las calles,
A su carro amarrados
Monarcas arrogantes;
Mientras mi tierna Musa
Canta la voz suave
De tu Licimnia, el fuego
Con que sus ojos arden,
Y el amor con que el tuyo
Premiar y aumentar sabe;
De Diana en las fiestas
Cual alterna en el baile
Con las vírgenes bellas,
Y compite en donaire.
Y qué! por los tesoros
De Midas ó Aquemanes,
Por cuanto aroma y perlas
La Arabia te brindáre,
Darias tú ni un solo
Cabello de tu amante,
Cuando á tu ardiente labio
Une su faz suave?

O esquivez afectando,
Gusta que la arrebates
Los besos que te niega,
Mientra en juego agradable,
Tambien ella en robarlos
A veces se complace,

NOTAS.

Casi todos los poetas anacreónticos modernos han imitado el principio de esta oda, cuyo estilo, proporcionado á los objetos que trata, es enérgico y grandioso en los tres primeros cuartetos, y harmonioso los cuatro últimos. delicado en

y

V. 1.0 Numantiae... Todos saben la obstinada resistencia que opuso Numancia á los romanos. Sin torres, dice Floro, sin murallas, esta ciudad, situada sobre una altura cerca del Duero, resistió con cuatro mil celtiberos á cuarenta mil ropor catorce años

manos.

V. 2.o Durum... En algunas ediciones se ha introducido dirum; pero la primera es la leccion de los manuscritos antiguos. Sic habent membranae veteres, dice Torrencio. Yo añadiré que las ediciones de Loscher y primera de Venecia leen como los manuscritos.

Annibalem... No hay quien ignore que este habil y feliz general cartagines estuvo cerca de conquistar la capital del mundo. El miedo que inspiró a los romanos fue tal, que muchos años despues de su muerte no se le nombraba sin alguna calificacion odiosa. Nuestro poeta le llama en diferentes partes durus, dirus, perfidus, abominatus parentibus etc.

V. 3.o Poeno purpureum sanguine... Alude a los triunfos navales, conseguidos por los romanos sobre los cartagineses.

V. 5.o Lapithas... Ya hablé de ellos en las notas á la oda 18. del primer libro. Hileo fue el Centauro que dió motivo al combate de que

se hizo alli mencion.

V.7.0 Telluris juvenes... Los gigantes, hijos de Titan y de la Tierra.

V. 8. Contremuit... En lugar de timuit. V. 11. Per vias... Las calles de Roma por donde pasaba el triunfo, yendo al Capitolio. V. 12. Minacium... Otros leen minantium. V. 13. Licymniae... Los intérpretes no han podido averiguar quién era esta dama. Por lo demas el cuarteto es hermosísimo. Oculos lucidùm fulgentes, y pectus bene fidum mutuis amoribus, son frases que descubren al elegante lírico de Venuso.

V. 22. Achaemenes... El primer rey de los persas.

V. 23. Pinguis Phrygiae... Las riquezas de Midas rey de Frigia pasaron en proverbio a todos los pueblos antiguos. Los migdonios, oriundos de Macedonia, ocupaban una parte de la Frigia.

V. 24. Arabum domos... Los arabes tenian fama de muy ricos. Sus costas producian perlas en gran cantidad.

V. 27. Quae poscente... Quae oscula magis gaudeat sibi eripi à poscente, como interpreta Dacier.

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