Rixae; sive puer furens Impressit memorem dente labris notam. Non, si me satis audias, Speres perpetuum, dulcia barbare Laedentem oscula quãe Venus 15. Quintâ parte sui nectaris imbuit. Felices ter et ampliùs Quos irrupta tenet copula, nec malis Divulsus querimoniis, Supremâ citius solvet amor die. NOTAS. 20. El objeto de esta oda es trivial, pero 'desempeñado con gracia y facilidad; el estilo es enérgico, cual conviene á la pasion de que el poeta se muestra poseido; las imágenes son naturales, y se suceden con rapidez. Fr. Luis de Leon la tradujo. V. 4. Fervens jecur tumet difficili bile... Mi ardiente hígado se hincha con la bilis que no puede contener, es la traduccion literal. O si en tus labios bellos !Ah creeme, y no juzgues Que plugo á la alma Venus V. 16. Quintá parte sui nectaris... Los intérpretes antiguos soñaron para explicar este pasage una teoría del amor tan indecente y absurda, que no merece referirse. Dacier entiende por la quinta parte del nectar de Venus, lo mas puro del amor, y refinando segun su costumbre, añade que el poeta dice quintá parte, como si nosotros dijeramos quinta esencia. V. 17. Felices ter... Estos cuatro versos finales son muy tiernos y expresivos. ODE 14. AD REMPUBLICAM. Per continuam translationem à navi ductam, populum Romanum alloquitur, ne iterum bella civilia sequatur. O navis! referent in mare te novi Fluctus! ò quid agis? fortiter occupa Et malus celeri saucius Africo, Vix durare carinae Aequor. Non tibi sunt integra lintea; Non Di, 1. 5: quos iterum pressa voces malo. 10. Jactes et genus et nomen inutile: Nil pictis timidus navita puppibus Debes ludibrium, cave. Nuper sollicitum quae mihi taedium, Vites aequora Cycladas. 15: 20. ODA 14. A LA REPUBLICA. Bajo la alegoria de una nave exorta el poeta á los romanos á que no renueven las guerras civiles. Y ¡qué! ¿ de nuevo al ponto borrascoso Te lanzarán las espumosas olas? ¡Ab¡ ¿qué haces? tus anclas, nave, aferra. ¿No ves cual te combate El ábrego ligero, y el un lado Sin remos ya, y el mástil quebrantado? Del irritado mar la furia brava; Ni tienes, triste, en tu desgracia ruda Por mas que de ser hija te glories Del naufragio á salvarte bastaria, ¡Ay! teme ser juguete de los vientos, Huye, huye las ondas espumantes, NOTAS. el lo El mérito de esta pieza ha sido constantemente reconocido, pero controvertido su objeto. Los mas doctos intérpretes ven en ella una alegoría, en que la nave es figura de la república romana, las ondas y las tempestades lo son de las civiles, guerras , y puerto es de la paz y la union, a que el poeta exorta á los romanos. Hay cinco traducciones en verso castellano de esta pieza; son de don Juan de Almeida, del maestro Francisco Sanchez de las Brozas, de don Alonso de Espinosa, del maestro Fr. Luis de Leon y de don Esteban Manuel de Villegas. La hermosísima cancion de Francisco Figueroa, que empieza Cuitada navecilla Por mil partes hendida, es una imitacion magnífica de ella. V. 5. Et malus... El sagacísimo Bentlei, fundado en la autoridad de algunos manuscritos, ordenó este pasage de un modo que le hace mucho honor; y es tanto mas extraño que no se atreviese á pasar al texto su juiciosa y sabia variante, cuanto que no tuvo reparo en introducir quizá doscientas correcciones arbitrarias, entre las cuales hay un buen número de inútiles ó de extravagantes. Un Jesuita frances se aprovechó de las observaciones del crítico ingles, y escribió |