Me falta de congoja. ALBANIO. He muy gran miedo Que te me irás, que corres mas que viento. CAMILA. No estoy como solia, que no puedo Suelta, que casi me has quebrado un dedo. ALBANIO. Estarás si te suelto sosegada, Mientras con razon clara yo te muestro CAMILA. Eres tú de razones gran maestro. Suelta, que si estaré. ALBANIO. Primero jura Por la primera fé del amor nuestro. CAMILA. Yo juro por la ley sincera y pura ¡Qual me tienes la mano de apretarme Con esa dura mano descreido! (17) ALBANIO. Qual me tienes el alma de dexarme! CAMILA. Mi prendedero de oro si es perdido? ALBANIO. Mira no se cayese allá primero, Antes de aqueste, al val de la hortiga. CAMILA. Do quiera que cayó buscalle quiero. ALBANIO. Yo iré á buscalle, escusa esa fatiga; CAMILA. Pues que quieres tomar por mi esta pena, Derecho vé primero á aquellas hayas; Que alli estuve yo echada una hora buena. AL ALBANIO. Ya voy: mas entretanto no te vayas. CAMILA. Seguro vé que antes verás mi muerte, ALBANIO. Ah Ninfa desleal! y desa suerte Se guarda el juramento que me diste? Este rebelde cuerpo, que detiene Por Por aquí, por allí, por do quisiere, Desnudo espirtu, ó carne y hueso firme? CAMILA. Escucha, que algun mal hacerse quiere, ALBANIO. Aqui tuviese yo quien mal me quiere Descargado me siento de un gran peso: Paréceme que vuelo, despreciando Monte, choza, ganado, leche y queso, No son aquestos pies? con ellos ando: Ya caygo en ello, el cuerpo se me ha ido; Solo el espirtu es este que ahora mando. ¿Hale hurtado alguno ó escondido Mientras mirando estaba yo otra cosa? O si quedó por caso alli dormido? Una figura de color de rosa Estaba alli durmiendo: ¿ si es aquella Mi cuerpo? no, que aquella es muy hermosa. NEMOROSO. Gentil cabeza, no daria por ella Yo para mi traher solo un cornado. AL ALBANIO. A quien iré del hurto á dár querella? SALICIO. Estraño exemplo es ver en que ha parado Y á nosotros que le hemos mas tratado. ALBANIO Yo podré poco ó hallaré testigo De quien hurtó mi cuerpo: aunque esté ausente, Yo le perseguiré como enemigo. Sabrásme decir dél mi clara fuente? Dímelo, si lo sabes: asi Febo Nunca tus frescas ondas escaliente. Allá dentro en lo hondo está un mancebo |