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Fácilmente comprenderéis cuán viva es la satisfacción que experimentan cuando interpretan y modifican a su antojo los pasajes más abstrusos de la Escritura, que son para ellos blandos como la cera; cuando pretenden que sus conclusiones, autorizadas con el parecer de algún otro de su ralea, se las tenga por superiores a las leyes de Solón y se prefieran a los decretos de los Pontífices, y cuando de igual suerte que si fueran los censores del mundo, obligan a retractarse a cuantos no se sometan incondicionalmente a sus proposiciones explícitas o implícitas, o

no digan amén cuando, a guisa de oráculos, proclaman que tal aserto es escandaloso, que el otro es poco reverente, que aquel trae olor de herejía, y que el de más allá es malsonante, pues hemos llegado a unos tiempos en que ni el bautismo, ni el Evangelio, ni la doctrina de San Pablo y San Pedro, ni la de San Jerónimo, ni la de San Agustín, ni la del mismo Santo Tomás, el gran aristotélico, bastarán para formar un cristiano si no cuenta con el exequátur de los bachilleres; ¡tanta es la profundidad de sus juicios!

¿Quién habría de sospechar, si estos sabios no se lo enseñasen, que dejaba de ser cristiano aquel que pensara que es indiferente decir «el que cree el dogma» y «el que crea el dogma», o «los ángeles condenados» y «los condenados ángeles»? ¿Quiénes librarían a la Iglesia de las densas tinieblas del error, del cual nadie se percataría si no le hubiesen mostrado estos inclitos varones?

Los teólogos, además, describen tan minuciosamente todo lo que se refiere al Infierno, que no parece sino que han vivido en aquellas regiones durante luengos años, y, no contentos con ello, pintan a su capricho los mundos ultraterrenos, sin olvidarse de ponderar la enorme amplitud y la sin igual belleza del Paraíso, con el fin de que no vaya a creerse que ha de faltar espacio a las almas

escogidas para pasearse a sus anchas, para celebrar banquetes y aun para jugar a la pelota. En fin, tan cargadas de necedades están las cabezas de estos hombres, que presumo que no lo estaba más la de Júpiter cuando, al ir a dar a luz a Minerva, pedía por favor el hacha de Vulcano; por lo cual no

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debéis sorprenderos cuando en los públicos certámenes contempléis sus cráneos tan excesiva y cuidadosamente cubiertos, porque si no fuera así, es seguro que se les abrirían en mil pedazos.

Yo misma suelo reírme de ellos alguna que

Los Frailes.

otra vez, al observar que únicamente, se tienen por teólogos consumados cuando consiguen hablar lo más dura y bárbaramente que sea posible, cuando se expresan con tal oscuridad que de nadie, a no ser de los de su cuadrilla, logran ser entendidos, y cuando reputan agudeza singular todo aquello que el vulgo no comprende, pues dicen que es indigno de los Sagradas Letras someterse a las leyes de la Gramática; admirable excelencia de los teólogos, si sólo a ellos les fuera dado hablar incorrectamente y no compartiesen tal privilegio con muchos maestros de obra prima.

Por último, les falta muy poco para considerarse iguales a los dioses cuantas veces se les saluda casi religiosamente con las palabras Magister Noster, en las cuales creen hallar cierto sentido tan misterioso como el que hallan los judíos en el tetragrammaton o nombre de Jehová, y por eso reputarían como un delito no escribir aquella frase con mayúsculas; pero si, además, invirtiendo las palabras, alguien dijese Noster Magister, sería bastante para que por ello solo creyesen trastornada toda la majestad del prestigio teológico.

Muy parecida a la feliz condición de los

teólogos, es la de aquellos otros que se dan los nombres de Religiosos y Frailes o Monjes, denominaciones en extremo impropias,

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porque buena parte de ellos distan mucho de la religión, y no hay otros que sean menos monjes, es decir, eremitas, porque se los ve por todas partes.

No concibo que pudiera haber quienes fuesen más desgraciados, si yo no acudiera en su auxilio de mil modos, pues aunque la gente los deteste hasta el punto de que si los encuentra al paso crea a pie juntillas que es señal de mal agüero, ellos, sin embargo, há

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