SEÑOR: Permitiéndome V. M. poner bajo sus reales auspicios la obra trabajosa y prolija, en gue he inverti do todos los ocios de mi vida, ha dispensado V. M. un honor señalado elevó el nombre de ko al arte que racio á par del de Augusto y det de Mecenas. Las Musas engreidas con este favor podrán ya esperar que V. M. las tienda una mano protectora, reconociendo en sus celestiales inspiraciones un medio seguro de acelerar en su pueblo los progresos de las luces, con ellos los beneficios de la civilizacion. Dignese V. M. ver en esta es y homenage de V. M. con el mas profundo respeto Javier de Burgos. PROLOGO. Hace cerca de cuatro siglos que los literatos mas distinguidos de la Europa empezaron á publicar ediciones de las obras de Horacio, y á vengarlas asi del olvido de los siglos medios. A las ediciones del texto siguieron inmediatamente las de los escolios de los antiguos gramáticos, y á éstas las de los comentarios históricos y gramaticales, con que muchos sábios del siglo XVI facilitaron la inteligencia de los pasages obscuros, é hicieron concebir á otros el designio de trasladar á sus lenguas respectivas unas producciones, que sepultadas por largo tiempo en los archivos de los monasterios, bastó hacerlas conocer para que excitasen un entusiasmo general. Pero mientras que la Italia, la Alemania y la Francia cogian en ensayos de versiones mas ó menos completas, mas o menos estimables, el fruto de las tareas que algu |