Obrázky na stránke
PDF
ePub

los dioses, los miembros cocidos de su hijo Pelope. Tántalo y Prometeo eran acaso los dos mayores criminales del infierno pagano; y debiendo ser los tormentos que en él sufrian, proporcionados á la enormidad de sus crí menes, era menester que fuese incontrastable y casi mágico el poder del canto que los recreaba.

V. 38. Laborum... Otros laborem, sobre la fé de alguzos manuscritos.

ODE XIV.

AD POSTUMUM.

Eheu! fugaces, Postume, Postume,
Labuntur anni; nec pietas moram
Rugis et instanti senectæ
Afferet, indomitaque morti.

[blocks in formation]

Frustra cruento Marte carebimus,
Fractisque rauci fluctibus Adriæ :

V. 39. Orion... En las notas á la oda veinte y ocho del primer libro anterior dije que este era el nombre de una constelacion borrascosa. Ahora añadiré que el Orion convertido en esta constelacion, era un gran cazador, que habiendo imprudentemente desafiado á Diana á cazar, fue mortalmente mordido por un escorpion en castigo de su temeridad.

ODA XIV.

A POSTUMO.

¡Ay! presuroso el tiempo,

Póstumo, se desliza ;

Ni á la piedad respetan

La rugosa vejez, la muerte impía.

Diarios hecatombes

No á Pluto ablandarian,

Que inflexible retiene

A Ticio y Gerion en la onda estigia.

Surcarla al fin debemos

Todos por ley precisa,

Cuantos ricos ó pobres,

Viven de frutos que la tierra cria.
Y aunque del Adria huyamos

La espuma embravecida,

O evitemos del aire

Del vário otoño la humedad maligna,

O el hierro ensagrentado

Que fiero Marte vibra,

Frustra per autumnos nocentem
Corporibus metuemus Austrum,

Visendus ater flumine languido

Cocytus errans, et Danai genus

Infame, damnatusque lo ngi

Sisyphus Æolides laboris.

Linquenda tellus, et domus, et placens
Uxor; neque harum, quas colis, arborum,
Te præter invisas cupressos,

Ulla brevem dominum sequetur.

Absumet hæres Cæcuba dignior

Servata centum clavibus; et mero

Tinget pavimentum superbo,
Pontificum potiore cœnis.

NOTAS.

15

20

25

El maestro Leon, y despues D. Esteban de Villegas tradujeron esta rica y delicada oda, en que Horacio convida á Póstumo á aprovechar el tiempo, y á pasar felizmente la vida, por la misma razon de que es muy corta, y que la muerte es inevitable. Como el poeta trató muchas veces este argumento, no es estraño que para des

Del Cocito estancado

Hemos de ver las tétricas orillas ;

Y del cruel Danao

La descendencia inícua,

Y á Sísifo el peñasco

Subiendo enorme en inmortal fatiga.

De dejar para siempre

Tu consorte querida,

Tus campos y tu casa,

Tarde o temprano llegaráte el dia;

Y de árbol tanto, que ora,

Dueño fugaz, cultivas,

Solo el cipres odioso

Debe seguirte hasta la tumba fria.

El cécubo que antes

Cien llaves escondian,

Heredero mas digno

Consumirá con generosa prisa,

Y rociará los suelos

Del alcázar que habitas,

Con vino mas preciado,

Que el que brilla en las cenas pontificias.

empeñarlo se viese alguna vez en la necesidad de amplificar ó de repetir.

V. 1. Postume... No se sabe quién era este Póstumo. V. 2. Nec pietas... Como en otra parte, Non, Torquate, genus, non te facundia, non te restituet pietas.

V. 5. Trecenis tauris... Tres hecatombes. Sabido es que se llamaba asi un sacrificio de cien víctimas, que por lo comun eran toros.

V. 6 y 7. Illacrymabilem Plutona... Nil miseranti Orci, dice el poeta en otra parte. En otra dije yo tambien que dividido el imperio del mundo entre los tres hermanos Júpiter, Neptuno y Pluton, tocaron á éste las regiones infernales, de que partió el trono con Proserpina. La divisa de aquel monarca era una especie de horquilla, ó sea, tenedor de dos puntas, que se podria llamar bidente, por la misma razon que se llamó tridente el que de tres dientes usaba Neptuno. La inexorabilidad que se atribuia á Pluton, hizo que nadie le amase, y de eso provino sin duda que no se le erigiesen templos, bien que se le ofreciesen sacrificios. Estos eran por lo comun de toros negros, cuya sangre no se recogia en vasos, ni se derramaba sobre el ara, sino que se depositaba en un hoyo, de donde se esperaba que penetrase hasta las regiones subterráneas. Se le llamaba Júpiter Estigio, ó Infernal, rey del Erebo, soberano de los Campos Eliseos, y entre otras muchas denominaciones se le daba la de Summanis, equivalente á Summus Manium, soberano de los Maues. Su poder era igual en el infierno al que en sus respectivos dominios ejercian Júpiter y Neptuno.

V 8. Geryonem... De un rey de los tiempos fabulosos de España llamado Gerion, cuyos estados se suponian divididos en tres grandes provincias, hizo la mitología un enorme gigante de tres cuerpos, ó de tres cabezas, ter amplum, que dice Horacio, tergeminum que dice Virgilio. Hércules, que en cumplimiento de las órdenes de Euristeo, iba limpiando el mundo de todo lo que habia en él de pujante y temible, tuvo encargo de despojar á Gerion de sus grandes rebaños, guardados por valientes perros, y lo ejecutó dando muerte al dueño, convertido, para hacer mayor la proeza, en un formidable jayan.

Tityon... Ticio era otro gigante, que ocupaba con su cuerpo nueve yugadas de tierra. Por haber querido atentar al honor de Latona, fue muerto á flechazos por sus hijos Apolo y Diana, y lanzado despues al infierno, donde segun unas tradiciones devoraba un buitre su corazon, y segun otras una serpiente.

V. 11. Sive reges etc... En otra parte: divesne, pris

« PredošláPokračovať »